“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

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23/10/14

Patrick Modiano, un Nobel para la memoria y la indagación


Patrick Modiano
Niklas Elmehed
Fernando Castillo
A Patrick Modiano la Academia Sueca le ha hecho un regalo anticipado en forma de Nobel por sus próximos setenta años, que cumplirá en el mes de julio de 2015, aunque quizás al escritor de la rue Bonaparte, nacido en Boulogne Billancourt, el galardón le resulte algo envenenado por lo que pueda tener de turbador de una vida recogida. Un premio que se otorga desde Estocolmo esta vez a un autor que no tiene pasaporte raro, ni siquiera syldavo o bordurio, ni escribe en idiomas que solo dominan admirables entregados a su literatura o audaces exploradores conocedores de geografías perdidas, pero al que se le puede considerar un tanto atípico. Incluso más que a su antecesor francés en el galardón, Jean-Marie Le Clézio, pues dista de ser eso que se puede designar como un escritor conocido.

En alguna ocasión ya hemos dicho que la crítica habitual que se lanza contra Modiano, además de la de ser un autor de culto, es la de ser escritor de un único libro, que es precisamente lo que atrae de su obra, lo que la convierte en un modelo de búsqueda e interpretación de la identidad propia y del mundo cercano. Se trata de una obra compuesta hasta la fecha de veintinueve títulos, incluida la novela aparecida el pasado viernes 3 de octubre, y que según Javier Goñi ocupan metro y medio de anaquel, que a veces dan la sensación de ser otros tantos capítulos de un solo volumen. Un solo libro, quizás sí, escrito a lo largo de casi cincuenta años, en el que aparecen una serie de asuntos que vuelven de forma recurrente envueltos en la evocación de ambientes y de personajes sin aparente importancia, en los que el claroscuro desenfoca la realidad o la ficción, nunca se sabe, y en los que siempre predomina un aliento lírico inaprensible.

2/1/13

El suicidio y los suicidios / Ante la catástrofe

Antonio Madrid Pérez

En 2010, 3.158 personas buscaron y encontraron la muerte en España mediante el suicidio. De ellas, 2.468 fueron hombres y 690 mujeres (78,1% hombres y 21,8 % mujeres). 248 de estos suicidas eran personas extranjeras: un 7,8% de total.

En 2009, fueron 3.429. En 2008, 3.457. En 2007, 3.263. 3.246 en 2006 y en 2005, 3.399. La fuente de estos datos es el Instituto Nacional de Estadística (INE). El 30 de abril de 2012 se publicaron los últimos datos disponibles, que son los de 2010. Por grupos de edad, la mayor parte de los suicidas de 2010 tenían entre 40 y 44 años (345 personas), entre 50 y 54 (311 personas) y entre 45 y 50 años (310 personas). En cuarto lugar está el grupo de 35 a 39 años (286 personas).

17/11/12

El ‘cangrejo’ del lago de Valencia

Vista del Lago de Valencia
Gustavo Márquez Marín

Especial para La Página
El Lago de Valencia que venía secándose por la pérdida de caudal de los ríos que lo alimentaban, desde 1978 comenzó a incrementar su nivel y a ocupar espacios que había perdido y venían siendo utilizados para la producción agrícola y la expansión urbana. Por ser éste un lago endorreico, no evacúa  cantidades significativas de agua ni por desagüe superficial ni por infiltración. Esto fue desestimado por quienes proyectaron el Acueducto Regional del Centro, destinado a suministrarle agua a las áreas metropolitanas de Valencia y Maracay, a partir del trasvase del río Pao de la cuenca del Orinoco a la del Lago, ocasionando un desequilibrio hidrológico por el ingreso a éste último de las descargas de aguas residuales, provenientes de las industrias y  poblaciones establecidas en su entorno.

28/9/12

España / La represión policial como bárbara respuesta

Alberto Garzón Espinoza
Diputado de Izquierda Unida en el Congreso de los Diputados de España

Especial para La Página
Desde hace unas semanas el Gobierno ha venido incrementando la agresividad en su estrategia de criminalizar la protesta social, preparando así el terreno para la convocatoria del 25 de septiembre. Sin ir más lejos la semana pasada la policía identificó a todas las personas presentes en una asamblea en el parque del Retiro, en Madrid. Un día antes detuvieron a cuatro activistas simplemente por portar una pancarta que aludía a la mencionada manifestación. Incluso el Gobierno llegó a dar orden al fiscal para imputar preventivamente a ocho activistas por organizar una supuesta y futura actividad delictiva (que paradójicamente después fue legal). Ya la delegada del Gobierno lo había advertido al reconocer en televisión la existencia de listas negras con nombres -de hasta mil personas, aseguró- que iban a “casi todas” las manifestaciones.

4/8/12

Portugal / La esperanza no muere

Portugal... Sampaio
Miguel Urbano Rodrigues 

Adolfo Casais Montero escribió al final de los años 50 que “era difícil ser portugués”. Expresó una realidad. Humberto Delgado estaba refugiado en la Embajada de Brasil y en aquella época la imagen del fascismo era horrorosa en los medios intelectuales brasileños.

Português 
Conocí en el exilio esa situación. Los amigos preguntaban cómo podía el pueblo portugués soportar hace décadas una dictadura tan obscurantista como la de Salazar. Nuestras explicaciones sobre la supervivencia del régimen no convencían. Transcurrido medio siglo, la situación en Portugal me hace recordar el desahogo de Casais Monteiro en un contexto histórico muy diferente.

La crisis del capitalismo irrumpió en los EE UU y se extendió por el mundo. Pero en Portugal sus efectos se insertan en un cuadro que por sus facetas humillantes es difícil de comprender y explicar. Cada mañana cuando abro el computador y tomo conocimiento de las últimas noticias y en la noche al acompañar los noticieros de la televisión y escuchar los resúmenes de las declaraciones de ministros y diputados de los partidos de la burguesía y los discursos del Primer Ministro, soy tocado por la extraña sensación de asistir a una farsa intemporal en un país inimaginable. Temo que no exista precedente para una situación como la de Portugal en este año sombrío del 2012.

29/7/12

Walter Benjamin realizó en Portbou su última parada

Ángela Molina

En el pequeño pueblo fronterizo de Portbou, la vida de Walter Benjamin se extinguió con sus sueños, sus ideas y su incapacidad para comprender lo que sucedía en una Europa que ya reconocía en formato grande y en blanco y negro la crueldad humana. Durante los primeros días del otoño de 1940, el escritor judío se siente un animal perseguido. Tras su huida de París, solo unas semanas antes de que Hitler entrara en la ciudad, intenta cruzar la frontera española, pero es detenido. Exhausto, pide que le dejen pasar la noche en un hostal, donde será vigilado por tres policías del régimen franquista que tienen orden de deportarlo a Francia a la mañana siguiente.

Después de escribir sus últimas notas sobre la corrupción de la vida, se mete en la cama e ingiere una dosis mortal de morfina que le arrancará del mundo, al mismo tiempo que tantos seres anónimos que serán conducidos al horror por los exterminadores de despacho. Y ya no habrá más poesía.

En 1968, Paul Celan se preguntaba en un poema si Portbou era alemán (“Port Bou-deutsch?”). Busca la respuesta en Martin Heidegger. El filósofo le agradece por carta el poema, pero ni se pronuncia contra la dictadura nacionalsocialista ni llega a hablar de su participación en ella. En sus versos, Celan insiste en la insoslayable dialéctica entre lengua e historia a través de un topónimo, Portbou, el umbral que descubre —y protege— a Benjamin exponiéndolo a la violencia de los acontecimientos.

Portbou es un tránsito, un limes empático que nos transporta a otro de los muchos pasajes que Benjamin recuerda de Balzac, quien, al pasar un hombre en harapos —escribe el autor francés—, “se tocó con la mano su propia manga: acababa de sentir el desgarrón que se abría en el codo del mendigo”. El momentáneo sentimiento de horror y simpatía por un desconocido está relacionado con ese “amor a última vista” que contamina la mirada del viajero que visita Portbou.

26/7/12

Hipocresía de la matanza de Colorado

Él prometió esperanza y cambio, pero les dio
 LA LISTA DE LA MUERTE
¡Ruegue para que no esté en ella! 
Margaret Kimberley

No queda claro desde cuándo se espera que los presidentes estadounidenses aparezcan en la escena de cada desastre que tenga lugar en el país.  Tal vez George W. Bush es el responsable de esta espantosa tendencia, luego de que fuera criticado por volar sobre la devastación provocada por el huracán Katrina en la costa del Golfo de México en el 2005.  Si Bush hubiera tenido un funcional sistema de respuesta a emergencias, y si hubiera rescatado víctimas atrapadas por el huracán, a nadie le hubiera importado que volara sobre la zona sin aterrizar.  Pero la lección equivocada fue aprendida.

Barack Obama no se arriesga.  Aparece en cada desastre.  No hay tornado que toque tierra, inundación que suba, ni incendio forestal que se extienda sin que el presidente y su equipo fabrique una aparición de fotografía mediática con desafortunados ciudadanos emocionados de ver al presidente a pesar del hecho de que hayan sobrevivido algún tipo de calamidad.

Ni siquiera desastres creados por el hombre se salvan de la aniquilación presidencial.  Cuando un hombre del Estado de Colorado disparó sobre más de 70 personas en un cine, la exageración mediática se lanzó a alta velocidad, y el presidente que preside sobre su propia “lista de la muerte” (Lista de asesinatos extrajudiciales realizados por EEUU en su “guerra contra el terrorismo”  N. del T.) fue primera plana de los diarios mientras desparramaba montones de simpatías.

24/7/12

Gustav Klimt / Besos y formas sensuales en tonos dorados

Gustav Klimt ✆ Fabricio Manohead
Koldo Landaluze

En pleno 150 aniversario del nacimiento del pintor austriaco Gustav Klimt, nos sumergimos en las entrañas de una obra labrada en tonos dorados y plata que bordean la sensualidad y las fantasías estilizadas. Obras como «El beso» han decorado durante años infinidad de habitaciones y han abierto ventanas hacia paisajes en los que se intuyen ninfas y ensueños.

Las pinceladas de Gustav Klimt adquieren una dimensión especial y detallan con precisión la evolución del arte en Viena desde el Historicismo caduco que se intuía en sus primeros coqueteos con el arte hasta un estilo más evolucionado y que derivaría hacia un espacio creativo propio y personal. Siempre se le ha considerado como un pintor muy particular, dotado de un estilo muy definido. Sin embargo, en su obra topamos con influencias muy claras provenientes de otros movimientos lindantes con el impresionismo y el simbolismo.

Nació en los suburbios de Viena el 14 de julio de 1862, en el entorno de una familia de origen modesto. Su padre, Ernst Klimt, era un orfebre de origen checo cuyos padres habían emigrado a Viena. Su madre era Anna Finster, cantante aunque su vocación era llegar a ser actriz, sueño que nunca cumplió lo cual le sumió en depresiones profundas. Era el segundo de siete hermanos: Klara, Ernst, Hermine, Georg, Anna y Johanna. En 1867 inició sus estudios en la Bürgerschule donde no tardó en mostrar sus precoces dotes para el arte lo que propició que su familia espoleara su afición por los pinceles. En 1876 se escenifica una etapa fundamental de su vida cuando ingresa en la Escuela de Artes y Oficios (Kunstgewerbeschule). Esta institución de nueva creación, tenía como objetivo fundamental crear una nueva camada de maestros, artesanos o proyectistas. La base de esta enseñanza se asentaba en subrayar las nociones del dibujo, y fue en este espacio donde el carboncillo se enfrentaba al papel, donde Klimt destacó rápidamente por su dominio del naturalismo. Fruto de ese talento reflejado en infinidad de bocetos, varios de sus profesores lo instaron a asistir a clases avanzadas, que fueron impartidos por grandes pintores del Historicismo: Ferdinand Laufberger y Julios Viktor Berger.

20/7/12

Las lecciones de Guernica 75 años después

Amy Goodman

Especial para La Página
Hace setenta y cinco años la ciudad española de Guernica fue bombardeada y quedó reducida a escombros. Este acto brutal inspiró a uno de los más grandes artistas del mundo a realizar una pintura a la que dedicó tres semanas de trabajo frenético. En un óleo de 3,50 × 7,80 metros, el “Guernica” de Pablo Picasso muestra en forma cruda los horrores de la guerra, reflejados en los rostros de las personas y los animales. No resultó ser el peor ataque de la Guerra Civil española, pero se convirtió en el más famoso gracias al poder del arte. El impacto de las miles de bombas lanzadas sobre Guernica, del fuego de las metralletas disparadas desde las aeronaves contra los civiles que intentaban huir del infierno se pueden sentir aún hoy en los sobrevivientes que comparten con entusiasmo sus recuerdos vívidos y también en los jóvenes de Guernica, que luchan por forjar un futuro para su ciudad alejado de su dolorosa historia.

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La Legión Cóndor de la Luftwaffe (la Fuerza Área alemana durante la Alemania nazi) realizó el bombardeo a pedido del General Francisco Franco, que encabezaba una rebelión militar contra el gobierno democráticamente electo de España. Franco procuró la ayuda de Adolf Hitler y de Benito Mussolini, que estaban muy entusiasmados con poner en práctica las técnicas de guerra modernas contra los indefensos ciudadanos españoles. El ataque contra Guernica fue la primera vez en la historia europea que una ciudad civil fue destruida por completo mediante un bombardeo aéreo. Si bien las casas y las tiendas fueron destruidas, varias fábricas de armas, un puente de importancia clave y las líneas ferroviarias quedaron intactos.

14/7/12

Las esculturas de Franz Xavier Messerschmidt / ¿Qué hay en el fondo de nosotros?

Juan Forn

En el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York hay una salita llena de trivia vienesa de fines del siglo dieciocho. Entre cucharas y platos y abanicos rococó hay un busto escalofriante hecho en estaño. Es una cabeza calva, de tamaño apenas mayor al de una cabeza natural, cosa que la hace doblemente inquietante, porque además es una cabeza gacha: para verle los rasgos hay que agacharse literalmente porque lo que nos ofrece si nos mantenemos erguidos es la nuca, la tensión de los tendones del cuello, la humillación desesperada de esa cabeza que rehúsa mirarnos. Lo primero que uno piensa frente a ella es que pide a gritos que la saquen de esa sala atiborrada de trivialidad. Lo segundo que uno piensa es lo que sería entrar en la misma salita y que sólo estuviera ese busto: las paredes desnudas, la luz baja y esa tremenda cabeza gacha. Y de ahí pasar a la salita siguiente, y de ahí a la siguiente, y de ahí a la siguiente, y ver así las sesenta cabezas que esculpió Franz Xavier Messerschmidt a fines del siglo dieciocho, en una cabaña perdida en Bratislava, luego de ser despreciado por “temperalmente inestable” en la corte de Viena.

El modelo de todas las cabezas era él mismo. Las hizo en estaño porque era el material más barato de fundición (no podía pagar hierro o bronce); algunas incluso quedaron en yeso; sólo pudo hacer un par de ellas en mármol, con material sobrante de encargos. Su propósito era abarcar las sesenta y cuatro expresiones posibles del rostro humano, es decir del alma humana, según creía Franz Xavier Messerschmidt que había demostrado Hermes Trimegisto, el padre del hermetismo, es decir de lo oculto. Por cosas así quemaban gente en esa época. Pero Messerschmidt estuvo nueve años sacándose los demonios de adentro sin que nadie le tocara un pelo. Digo sacándose los demonios de adentro porque trabajaba de la siguiente manera: en torso desnudo frente a un espejo, sometiéndose a tormentos corporales o psíquicos hasta obtener en su cara el gesto que estaba buscando, para proceder a modelarlo frenéticamente en arcilla con sus manos. Así día tras día, durante nueve años.

13/7/12

La nueva vida de los opositores cubanos en España

Salim Lamrani

Especial para La Página
En 2010 y 2011, todos los denominados presos “políticos” cubanos fueron liberados tras la mediación de la Iglesia Católica Cubana y del gobierno español. La mayoría de ellos eligió instalarse en España con sus respectivas familias y empezar una nueva vida. Pero el soñado Eldorado europeo no existe en una Península Ibérica golpeada por una grave crisis económica. Algunos incluso quieren volver a Cuba. A petición del Vaticano y del gobierno español de José Luis Rodríguez Zapatero, la Iglesia Católica Cubana que dirige el Cardenal Jaime Ortega hizo una mediación con las autoridades de La Habana que desembocó en 2010 y 2011 en la liberación de 127 presos, de los cuales 52 eran considerados “políticos” por Amnistía Internacional.[1] Según esta organización de defensa de los derechos humanos, actualmente no hay ningún preso de conciencia en Cuba.[2] La Iglesia Católica Cubana comparte este punto de vista.[3]        

Link versión original
Algunos sectores acusaron al gobierno cubano, a la Iglesia Católica y al gobierno de Zapatero de obligar a esas personas al exilio. Varios medios informativos occidentales repitieron esa versión.[4] El Partido Popular español (derecha) denunció “el destierro” de los opositores cubanos.[5]

No obstante, esta versión resiste difícilmente el análisis. En efecto, de las 127 personas liberadas en el marco del acuerdo entre La Habana, el Vaticano y Madrid, 12 eligieron quedarse en Cuba. Laura Pollán, entonces portavoz del grupo opositor “Las Damas de Blanco” y acérrima detractora del gobierno cubano, estuvo clara al respecto: “Nadie ha obligado a ningún preso a abandonar el país. Quien diga lo contrario está mintiendo”. Del mismo modo, varios disidentes afirmaron que en ningún momento las autoridades cubanas les habían pedido que abandonaran el país como condición previa a su liberación.[6]

Leonardo Boff / El teólogo de la Tierra

Foto: Leonardo Boff
Ma. Ángeles Fernández & J. Marcos

Hace más de veinte años que la Iglesia católica condenó a Leonardo Boff a la misma hoguera por la que antes pasaron Giordano Bruno y Galileo Galilei. El teólogo y filósofo brasileño decidió sobrevivir cambiando de trinchera pero no de principios. Bajó su mirada y siguió fiel a sus creencias: otros mundos y otra Iglesia son posibles. En Río de Janeiro fue recibido como el salvador de la Tierra por los movimientos altermundistas en torno a la Cumbre de los Pueblos.

La talla de Leonardo Boff no dista de la de cualquier septuagenario: cabello canoso, gesto afable y cara de buena gente. Su holgada silueta ronronea ya con la declinación propia de la edad. Los mismos años colorean de blanco una barba que le otorga un toque ecléctico, a medio camino entre Karl Marx y el dios Neptuno. Pero hay algo en su mirada que deja entrever esa unicidad inusitada. Y ese algo es lo que más es Boff. Los ojos llanos de este teólogo y filósofo brasileño transmiten protección. Su aura es profunda y su presencia acogedora. Es la viva imagen de la sabiduría, un concepto hoy en vías de extinción precisamente por la escasez de pensadores de su talla.

Boff ha hecho de la filosofía su espacio, lugar y método de reflexión. Nacido, paradojas del destino, en Concórdia (Brasil), Genésio Darci Boff mantiene el alias que adoptó como religioso: Leonardo. Su relación con la religión es perenne desde entonces, según cómo se interprete. Fue en 1985 cuando la iglesia católica sentó al franciscano en la misma silla por la que pasaron antes los astrónomos Giordano Bruno y Galileo Galilei.

20/6/12

Malvinas / Causa irredenta

José Steinsleger

Un historiador que figura entre los contados que articulan rigor, ecuanimidad y amor por la disciplina publicó en enero de 1983 un vigoroso ensayo acerca de la guerra librada por Argentina y Gran Bretaña en las islas Malvinas (abril/junio 1982). Nuestro autor empieza diciendo que, a causa de la guerra, “…más gente ha perdido la chaveta por esto que por cualquier otra cosa. No quiero decir la gran mayoría de la gente, cuya reacción fue, con toda probabilidad, seguramente más apasionada o histérica que la de aquellos cuya profesión es escribir y formular opiniones”.

A ojos vista, podría suponerse que el autor se refería a los argentinos y sus demandas sobre las Malvinas, o a la desgarradora y no menos real contradicción que continúa causando insomnio entre los analistas progres: la índole dictatorial del régimen cívicomilitar que en 1976 usurpó el poder en Argentina, aunada a las históricas demandas de este país sobre la colonia que, eufemísticamente, Londres llama “Falklands” y, alevosamente, incluye en sus “territorios de ultramar”.

16/6/12

Ucrania es mejor / Porque el Este también existe…

Mientras el fútbol se rinde a sus pies (vaya lugar común), algunas viejas generaciones añoran un pasado comunista y las nuevas huestes esperan en la puerta entrar a la Comunidad Europea. Si es que ésta no se desarma antes.

Matías Franchini

Empezó la Eurocopa, y entonces el torneo futbolero más importante después de los mundiales representa un buen motivo para darse una vuelta y preguntarse cómo se vive por uno de sus países organizadores: Ucrania (el otro es Polonia). Parte de la Unión Soviética hasta hace dos décadas, la tierra que vio nacer a Leon Trotsky es un verdadero mundo aparte en el que conviven imágenes que transportan a la etapa sovietista y cierta nostalgia por algunas virtudes de aquel sistema, con las ansias y la necesidad de las nuevas generaciones de profundizar el proceso de integración al mundo globalizado, soñando con el Estado de Bienestar de la juventud de Occidente y esperando la chance de hacerse la América en un país con más futuro. Pues bien, nada mejor que inmiscuirse en usos y costumbres de jóvenes (y adultos) en esta tierra de bebedores entrenados, mujeres infartantes que se saludan con un beso en la boca entre amigas, gente cálida y abierta que en general hace malabares para sobrevivir y llegar a fin de mes, y en la que aún perdura un pasado que invade el presente bastante seguido. Allá vamos, pasen y vean.

7/6/12

Un silencio clamoroso / África en los medios

Gerardo González Calvo

“Solo trato de llamar la atención, porque la atención es el único modo de conseguir que pasen cosas”, dijo el actor George Clooney cuando fue detenido ante la Embajada de Sudán en Estados Unidos.

Fue el 16 de marzo, tres días después de volver de Sudán y ver allí la escalada de la violencia contra el pueblo nuba. Poco antes, se puso en circulación por las redes sociales el vídeo Kony 2012 con el objetivo de forzar a Estados Unidos a intervenir para detener al ugandés Joseph Kony, dirigente del Ejército de Resistencia del Señor. Una vez más, parece que la salvación de África solo es posible desde fuera, porque ella sola no puede ni sabe resolver sus problemas. De estos dos acontecimientos noticiosos, me quedo con las palabras del actor George Clooney: “Solo trato de llamar la atención, porque la atención es el único modo de conseguir que pasen cosas”. Y me quedo con esta denuncia, porque es un alegato contra el silencio que pesa sobre África. Se podría incluso recurrir al oxímoron de “silencio clamoroso” para sintetizar la presencia de África en los medios de comunicación social de gran alcance en España. 

5/6/12

San Petersburgo / Petrogrado / Leningrado = Datos de interés sobre la cuna de la inteligencia rusa

Antonio Rondón

Aunque muchos la conocieron en la época soviética como la emblemática Leningrado, por su gesta ante el bloqueo fascista, San Petersburgo muestra hoy todos los colores de la cuna de la intelectualidad rusa. Muchos ven a San Petersburgo desde los inicios del siglo XXI como la capital norteña de la Federación Rusa, el lugar de donde salió casi todo el equipo que acompañó a Vladimir Putin en el Kremlin o como el ya superado cliché de ser la ciudad criminal de la nación.

 Lo cierto es que la última década resultó para esa ciudad, fundada oficialmente en 1703 por el entonces zar ruso Pedro I, un paso a la modernización y remozamiento de sus principales perlas. Claro que cuando se dice San Petersburgo, también todos recuerdan al Petrogrado de la Revolución de Octubre, cuna de la transformación socialista soviética, una obra que inició en su tiempo Vladimir Ilich Lenin. Sería difícil recorrer sus calles sin palpar los momentos cruciales de una revolución que dio un vuelco total a la visión y construcción del mundo, una revolución de obreros, campesinos y soldados.

 La ciudad, tras los sucesos de octubre de 1917, dejó de ser la capital de lo que fuera en su tiempo el Imperio Zarista para retornar como centro del arte y la intelectualidad y fue conocida como Petrogrado hasta 1924, cuando se denominó Leningrado en honor a Lenin. El 6 de septiembre de 1991, la urbe retomó su original nombre de San Petersburgo en medio de los apabullantes cambios que trajo aparejada la desaparición de la Unión Soviética y el inicio del escabroso camino de la economía de mercado. Claro está, las joyas como el afamado museo Hermitage, con más de tres millones de piezas de arte, la plástica y la historia universal, el teatro Mariinski o lugares como la Fortaleza de Petropavlovsk y la Catedral de Isaac, conservaron y aumentaron su esplendor.

30/5/12

De François Mitterrand a Syriza / Un espectro sobre Europa

Miguel Ángel Sanz Loroño

Como señala el historiador Eric Hobsbawm, “el ideal de la soberanía de mercado no es un complemento de la democracia liberal, sino una alternativa a este sistema. De hecho, es una alternativa a todo tipo de política”. 

Efectivamente, la incapacidad de la democracia liberal para cumplir sus objetivos en el marco de la economía mundial explica el éxito de la doctrina neoliberal. Debido a este sometimiento de la res publica al mercado, de lo común a lo privado, el propio régimen representativo está en proceso de ser deslegitimado. Nuestra capacidad para imaginar alternativas parece tan obstruida como cerrado se presenta el futuro. Por tanto, el mercado mundial parece haber devorado todo lo que es distinto a su funcionamiento. Lo Mismo se ha comido a lo Diferente. Ciertamente, la última vez que la izquierda europea llegó al poder con un programa de cambio fue en 1981. Entonces, el que fuera el primer presidente socialista de la V República, François Mitterrand, dio un aldabonazo en un momento en el que la socialdemocracia entraba en una larga bancarrota imaginativa.

16/5/12

Una histórica partida de ajedrez entre Walter Benjamin y Bertold Brecht

[Ampliar]
Durante los meses de verano de 1934, Walter Benjamin se encontró con Bertold Brecht en Svendborg, Dinamarca. El encanto del libro de Erdmut Wizisla, “Walter Benjamin y Bertolt Brecht: La Historia de una amistad”,  de reciente publicación, esa amistad queda evidenciada por un conjunto de tres fotografías que muestran a los dos intelectuales absortos en las primeras etapas de un juego de ajedrez único. La primera es bien conocida y fue utilizada como telón de fondo en una reciente conferencia para la presentación del libro de Wizisla. La segunda fotografía, es un paso más adelante: Benjamin, mueve su caballo,  mientras medita. La tercera fotografía, tomada desde la espalda de Benjamin, es la clave de la serie de jugadas.

Seguir las jugadas
El cambio de ángulo revela un peón negro, que es oscurecido por la reina en las otras dos fotografías. Este pequeño detalle abre el juego a la interpretación, haciendo posible la representación de la posición de la primera fotografía. Bertold Brecht tiene las piezas blancas y Walter Benjamin las de color negro. La configuración de los peones centrales blancos - se colocan sobre las casillas negras y  resultan suficiente para identificar el juego después de haber comenzado con la apertura conocida como la Defensa Francesa. 

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Se infiere que Brecht, con las piezas blancas, abrió el juego al mover su peón de rey, dos casillas hacia adelante, a la que Benjamin respondió moviendo su peón equivalente, pero sólo una casilla hacia adelante.

La revista digital Chess History, especializada en el juego del ajedrez, publica un curioso trabajo basado en esa partida de ajedrez entre Bertold Brecht y Walter Benjamin. Estas fotografías fueron analizadas por un especialista y en el artículo referido se describe la forma de cómo se pudo haber desarrollado esta partida, estudio que recomendamos a los aficionados al llamado juego-ciencia.

13/5/12

La humanidad no aprende del horror de la guerra

Diego Arias Serna

Desde que existen los humanos la matanza entre hermanos ha sido una constante histórica. En los tiempos remotos los pensadores de todas las culturas expresaban la barbarie con mitos que pueden tener múltiples interpretaciones Por ejemplo, el relato del primer asesinato —que se manifiesta en muchas culturas— se desentraña como el primer genocidio que explica un cambio en la sociedad humana.

La leyenda de Caín y Abel es interpretada por Enrique Selva Poveda, (médico cardiólogo, miembro de la Sociedad Española de Médicos Escritores y Artistas), como una realidad de unos pueblos y una civilización. Abel representa a todo el mundo espiritual en el que estaban inmersos los que se dedicaban al campo y al pastoreo, mientras que Caín simbolizaba los representantes de las edades de Bronce y el Hierro, los que matarían a la civilización agrícola.

La vida privada del poeta estadounidense Mark Strand

Mark Strand @ Pearlstein Philip
Strand no ha tenido remilgos a la hora de declarar que Bush no era su presidente y su país no había aprendido nada de la guerra de Vietnam

Asociado a Wallace Stevens y a la pintura desolada y vacía de Edward Hopper, Mark Strand es uno de los más importantes poetas de los Estados Unidos, aunque su reticencia a la escena pública y los oropeles grandilocuentes de la imagen del escritor lo mantengan en una discreta penumbra. A sus casi ochenta años, Strand se convirtió magistralmente en la voz poética de la vida privada, esa que sólo se completa cuando el lector puede contemplarse a sí mismo en la palabra escrita.

Guillermo Saccomanno

“Soy un poeta más preocupado por la escritura que por la propia imagen, y más por la vida que por la repercusión pública”, ha declarado el octogenario Mark Strand, uno de los más interesantes poetas actuales en EE.UU. “Me veo a mí mismo como un ser humano normal, un tipo que escribe poesía, y no como un poeta que la va de exquisito.” Tormenta de uno es, además de un hallazgo, sugestivo como título de uno de sus libros más bellos y más elogiados, el autorretrato de un poeta apartado que registra en la subjetividad más pura el efecto de las catástrofes exteriores, catástrofes que no son necesariamente ni sociales ni climáticas: puede tratarse del adiós a una historia o de la conciencia de la edad, o el fin de una época. Los versos de Strand ahorran la emocionalidad explícita.