“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

12/4/16

Rescatando el legado de Lev Vigotsky

La figura de Lev Vigotsky (1896-1934) constituye hoy una de las más renombradas de la psicología en todo el mundo, en ámbitos educativos y pedagógicos, en psicología del desarrollo, psiconeurología, clínica de la niñez y la adolescencia, etc. Pero al mismo tiempo se trata de una de las obras más manipuladas y menos conocidas del ámbito psi.

Lev Vigotsky ✆ Juan Atacho
Juan Duarte   /   Para ilustrar la situación, digamos, por ejemplo, que el texto más utilizado en ámbitos académicos, aquel en el cual desarrolla el famoso concepto de Zona de Desarrollo Próximo2, no fue escrito por el marxista soviético sino que es un producto de la edición de fragmentos de distintas obras agrupados, traducidos y editados con numerosas inexactitudes, supresiones de citas y nombres e inserciones deliberadas, por parte de sus editores norteamericanos, durante los ‘70. Otro texto muy utilizado, Pensamiento y lenguaje3, se deriva en realidad desde un resumen del manuscrito original de edición póstuma, editado también alevosamente en los ‘60 en los Estados Unidos por el psicólogo Jerome Bruner y compañía. El resumen, con prólogo del mismo Bruner y comentarios de Jean Piaget, cuenta en castellano con 180 páginas, mientras que la traducción del texto original, cuenta con 520. El último caso es más llamativo, ya que desde 2005 se cuenta con una muy buena traducción y edición en nuestro idioma4. En ambos casos las pérdidas recaen sobre todo en lo que el mismo Vigotsky llamó la “piedra angular” de su obra: la dialéctica del método marxista.

Argentina después del golpe blando — La marcha apresurada del capitalismo mafioso

Jorge Beinstein   /   En Argentina empieza a conformarse un régimen autoritario con apariencia constitucional, convergencia mafiosa de camarillas empresarias, judiciales y mediáticas monitoreada por el aparato de inteligencia de los Estados Unidos, pero lo que demuestran los primeros meses del proceso es que la tentativa tropieza con numerosas dificultades que amenazan convertirla en una gigantesca crisis de gobernabilidad. El contexto de su desarrollo es una recesión económica que se va profundizando en marcha hacia la depresión, es decir un funcionamiento económico de baja intensidad, con altas tasas de desocupación, salarios reales muy reducidos y baratos en dólares.

No se trata del retorno del viejo neoliberalismo de los años 1990 ni mucho menos de una imitación del régimen oligárquico de fines del siglo XIX, sino de la tentativa de instauración de un sistema mafioso, parasitando sobre una población desarticulada, albergando grandes espacios de marginalidad y superexplotación laboral, realizando un saqueo sin precedentes de recursos naturales. En esa dirección se van imponiendo los instrumentos esenciales del régimen dictatorial: control completo de los medios de comunicación, reconversión integral del sistema de seguridad como apéndice del de los Estados Unidos1, implantación de mecanismos de destrucción económica y social a gran escala, despliegues mediático-judiciales tendientes a extirpar a las oposiciones que no se subordinen al nuevo régimen.