“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

3/4/16

Kant y la crítica en clave jurídica del colonialismo

Kant ✆ Aristortele
Nuria Sánchez Madrid   |   La crítica de Kant al colonialismo y sus consideraciones sobre la existencia de una multiplicidad de razas humanas se han mantenido hasta muy reciente fecha en la retaguardia de la atención dedicada a sus textos. Sin embargo, los reproches que Kant dirige desde la autoridad del derecho a las prácticas colonialistas de su época constituyen uno de los aspectos más actuales de su pensamiento. Este trabajo pretende exponer y discutir el horizonte interpretativo abierto por el volumen colectivo Kant and Colonialism. Historical and Critical Perspectives, editado en 2014 por Katrin Flikschuh y Lea Ypi en la editorial Oxford University Press.

En las siguientes páginas me propongo exponer y discutir el significado que la obra editada recientemente por las profesoras de la London School of Economics, Katrin Flikschuh y Lea Ypi, con el título de Kant and Colonialism. Historical and Critical Perspectives (Oxford, OUP, 2014), posee con vistas a analizar la actualidad de la crítica que Kant dirige al colonialismo y su recurso a un concepto como el de raza. Se trata de una cuestión raramente enfocada por el estudio especializado del pensamiento kantiano, que solo en los últimos tiempos ha recibido la atención de especialistas como Raphaël Lagier en Francia o Robert Bernasconi, Pauline Kleingeld y Emmanuel Chwukudi Eze en el ámbito angloamericano.

Hyman Minsky y Joseph Schumpeter en el debate sobre el estancamiento secular

Alejandro Nadal   /   En septiembre de 2008, cuando se declaró la bancarrota del banco de inversiones Lehman Brothers, el sistema financiero mundial estuvo a punto de desintegrarse. El histórico banco había sobrevivido una larga serie de cataclismos, pero la crisis de las hipotecas sub-prime fue demasiado. Sus innovaciones financieras (otrora orgullo del mercado estadunidense) contaminaron todo el sistema financiero mundial con instrumentos financieros que acertadamente fueron rebautizados como activos tóxicos.

En 2009 se anunció que el periodo de la política monetaria flexible no duraría más de cinco años. Pero hoy los bancos centrales no aciertan por dónde caminar y hasta se han introducido tasas de interés negativas en la eurozona, Suecia, Suiza y Japón. El comportamiento de las principales economías del mundo deja mucho que desear. Los niveles de desempleo en la eurozona siguen estando altísimos y la recuperación en Estados Unidos es muy débil. Por eso se intensifica el debate sobre la posible llegada de una época de ‘estancamiento secular’ en el capitalismo contemporáneo.