“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

26/2/16

Edward Said y el corazón de las tinieblas

Edward Said
✆ Robert Shetterly
Isabel-Clara Lorda Vidal    |   Recientemente, con motivo de los atentados terroristas en París cometidos por yihadistas radicales a las órdenes del autodenominado Estado Islámico, el escritor Luis Goytisolo publicó un artículo de opinión en el diario El País bajo el título El otro corazón de las tinieblas.[1] En él reflexiona sobre el difícil panorama de los refugiados que anhelan entrar en Europa, en especial después de la matanza parisina que ha acrecentado el temor, en cierta parte de la opinión pública, de que se cuelen terroristas entre la avalancha de buscadores de asilo. La mayoría de los refugiados proceden de Siria y Libia, países destruidos por guerras civiles en las que Occidente ha desempeñado un papel no siempre claro. Las migraciones masivas son obviamente consecuencia de la miseria y de regímenes despóticos, pero Goytisolo quiere ir un poco más allá en el análisis y se pregunta por la causa de las causas de este fenómeno que él ve “en una conjunción de intereses y maniobras de diverso origen”. El escritor advierte del peligro que supone que los diferentes países implicados se muevan por impulsos de irracionalidad sin que exista un plan claro y definido de cómo hacer frente a la situación. Su conclusión es que si el corazón del problema es un laberinto, la solución debe ser clara: Occidente tiene la obligación de actuar para acabar sobre el terreno con las causas del éxodo masivo y ayudar a reconstruir lo destruido. La propuesta de Goytisolo coincide con el clamor de una gran parte de la opinión pública actual respecto a la crisis de los refugiados: Europa debería hacer lo posible para que los países destruidos por la miseria, las guerras y el terrorismo puedan reconstruirse. El reto, naturalmente, es todo menos sencillo. Requiere tiempo, grandes inversiones económicas, proyectos y objetivos claros, y además resulta difícil por las siempre delicadas relaciones de poder entre Occidente y Oriente.

¿Es Beyoncé una militante del black power?

Jon E. Illescas   |   A partir de la debatida actuación de Beyoncé el 7 de febrero en la final de la Superbowl y con el estreno de su videoclip Formation,1 muchos comentaristas progresistas han señalado estos días el compromiso de la superestrella houstoniana con la comunidad negra y el movimiento black power. Incluso periodistas de la izquierda estadounidense tan importantes como Amy Goodman han escrito inusualmente apasionadas odas a la estrella de la industria musical. Ella y su compañero Denis Moynihan llegaron al punto de establecer semejanzas entre la multimillonaria cantante, el Black Lives Matter y los Panteras Negras en un artículo publicado en Democracy Now.2 Sin embargo, ¿qué hay de cierto en todo ello?