“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

29/6/15

Quebrar a Grecia

Paul Krugman   |   Me he mantenido prudentemente callado en relación con Grecia: no quería gritar: “¡Grexit”! en un teatro lleno a rebosar. Pero dadas las informaciones sobre las negociaciones en Bruselas, algo hay que decir: ¿qué se creen los acreedores, y en particular el FMI, que están haciendo?

Esta tendría que ser una negociación sobre objetivos de superávit primario y, luego, sobre una reducción de la deuda que eliminara la perspectiva de interminables crisis futuras. Y el gobierno griego ha aceptado lo que en realidad son objetivos de superávit bastante altos, habida cuenta especialmente de que el presupuesto se hallaría ya en una situación de enorme superávit primario si la economía no estuviera deprimida. Pero los acreedores mantienen su rechazo a las propuestas de Grecia aduciendo que se basan demasiado en impuestos y demasiado poco en recortes de gastos. De modo que estamos todavía por la labor de dictarles la política interior.

La crisis profunda de la socialdemocracia

François Sabado   |   “Izquierda reformista, ¿fin de la historia?” es el tema de uno de los últimos debates organizados en la página web de Mediapart. Es cierto que, ante a la última evolución de la socialdemocracia en Europa, merece la pena plantearse esa pregunta. En un contexto de ascenso de las fuerzas de derecha y de extrema derecha, las debacles o derrotas electorales de los partidos socialistas en Francia, España, Bélgica, Grecia y, más recientemente, en Gran Bretaña, así como las importantes pérdidas de militantes en los sindicatos y los partidos reformistas en toda Europa constituyen el decorado de esta crisis. Esto no significa el fin de la socialdemocracia: los partidos socialistas, incluso debilitados, pueden jugar un papel importante en sus respectivos países pero, ¿lo hacen aún como partidos de la “izquierda reformista”?.
¿Una pasokización de la socialdemocracia?
Cada partido tiene su historia y son notables las diferencias entre, por una parte, los lazos que unen a la socialdemocracia alemana o el Partido Laborista británico al movimiento sindical, y, de otra parte, los más distanciados del Partido Socialista francés con el movimiento sindical. Pero todos sufren un retroceso más o menos importante.