“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

30/4/14

El Salvador | Algunas consideraciones sobre el Socialismo del Siglo XXI y los gobiernos de Izquierda de América Latina

  • “Los hermanos eran constantes en escuchar la enseñanza de los apóstoles, en la vida común, en la fracción del pan y en las oraciones. Todo el mundo estaba impresionado por los muchos prodigios y signos que los apóstoles hacían en Jerusalén. Los creyentes vivían todos unidos y lo tenían todo en común; vendían posesiones y bienes, y lo repartían entre todos, según la necesidad de cada uno. A diario acudían al templo todos unidos, celebraban la fracción del pan en las casas y comían juntos, alabando a Dios con alegría y de todo corazón; eran bien vistos de todo el pueblo, y día tras día el Señor iba agregando al grupo los que se iban salvando” | Hechos de los Apóstoles
Carlos Bucio Borja  |  Pensaba escribir en esta oportunidad un artículo sobre el concepto de «multiverso».  Pero ante la opinión crítica —la cual respeto pero no comparto— del señor Bert Pacas en su reciente espacio en este medio, «Los socialistas del siglo 21 protegen a los oligarcas», decidí cambiar mi propósito y unirme a la polémica.

A través de la historia han existido diferentes nociones de socialismo.  En el siglo XIX, el alemán Federico Engels en su libro, Del Socialismo Utópico al Socialismo Científico, acuñó el término socialismo científico al referirse a las ideas impulsadas por su gran compañero intelectual y revolucionario, Carlos Marx.  Con este término, Engels se refería a la concepción del socialismo que tanto él como Marx impulsaban, y que se anteponía a otras variantes idealistas —o «voluntaristas»— del socialismo.  Así, ellos concebían la construcción del socialismo como un estadio político-económico superior de la sociedad en base a un