“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

30/5/12

La guerra está cerca, más de lo que imaginamos

@ Shawn McCann
Carlos Maldonado 

Especial para La Página
El magnífico y sensacional reportaje especial “Buscando a Oscar. Masacre, memoria y justicia en Guatemala”, que hoy miércoles 30 de mayo de 2012, publicó el matutino El Periódico de Guatemala en sus páginas centrales como fascículo independiente y cuyos autores son los periodistas Sebastián Rotella de Propublica y Ana Arana de a Fundación MEPI con reportes de Habiba Nosheen y Brian Reed, es una prueba clara de quienes fueron los verdaderos perpetradores de las masacres en nuestro país. Al leerlo no cabrán más dudas.

¿Fue el de Salvador Allende un mal gobierno?

Miguel Lawner

[El periódico chileno] La Tercera reprodujo […] una entrevista concedida por Patricio Aylwin al diario El País de España, en donde sostiene lo siguiente: “Allende hizo un mal gobierno que cayó por las debilidades de él y su gente”. Efectivamente el Presidente Allende hizo un mal gobierno para los intereses con los cuales se identifica Aylwin.

Fue un mal gobierno para la Kennecot Company y para la Anaconda Cooper Mining, empresas yanquis dueñas de la gran minería del cobre, que fueron nacionalizadas en una histórica decisión que ha representado el mayor ingreso para el estado chileno en los últimos 40 años.

Fue un mal gobierno para las compañías extranjeras propietarias de los pródigos yacimientos del salitre y el hierro escasamente explotados y que pasaron a manos de todos los chilenos.

Fue un mal gobierno para los latifundistas criollos, a quienes la Reforma Agraria los privó de una estructura agraria colonial, que mantenía baldías millones de hectáreas cultivables. El presente auge de la agricultura chilena habría sido una quimera a no mediar el fin de una oligarquía, heredera del reparto de la tierra entre un puñado de encomenderos coloniales.

Lenguaje e Imperio / El lingüismo es una batalla por las terminologías

Conversación @ Janice Nadeau
Thorsten Pattberg

"Los límites de mi lenguaje significan los límites de mi mundo": Ludwig Wittgenstein

El capitalismo obliga a la gente a competir implacablemente por cuotas de mercado, recursos naturales, y capital humano. Menos obvio es que también batalla por terminologías. Es llamado lingüismo...

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Filosofía, religión, y ciencia son conceptos ideológicos que sirven las necesidades de Occidente dominante, y que en el pasado casi nunca eran cuestionados. En este siglo, sin embargo, esto podría cambiar. Debido a la antigua conquista europea del mundo, la mayoría de los pueblos avasallados adoptaron vocabularios europeos. El resultado es un nutrido grupo de “estudiantes internacionales” que ya no tienen otros conceptos disponibles fuera de filosofía, religión, y ciencia, para explicar toda la gama del pensamiento humano. Es un poco intelectualmente árido.

De François Mitterrand a Syriza / Un espectro sobre Europa

Miguel Ángel Sanz Loroño

Como señala el historiador Eric Hobsbawm, “el ideal de la soberanía de mercado no es un complemento de la democracia liberal, sino una alternativa a este sistema. De hecho, es una alternativa a todo tipo de política”. 

Efectivamente, la incapacidad de la democracia liberal para cumplir sus objetivos en el marco de la economía mundial explica el éxito de la doctrina neoliberal. Debido a este sometimiento de la res publica al mercado, de lo común a lo privado, el propio régimen representativo está en proceso de ser deslegitimado. Nuestra capacidad para imaginar alternativas parece tan obstruida como cerrado se presenta el futuro. Por tanto, el mercado mundial parece haber devorado todo lo que es distinto a su funcionamiento. Lo Mismo se ha comido a lo Diferente. Ciertamente, la última vez que la izquierda europea llegó al poder con un programa de cambio fue en 1981. Entonces, el que fuera el primer presidente socialista de la V República, François Mitterrand, dio un aldabonazo en un momento en el que la socialdemocracia entraba en una larga bancarrota imaginativa.