“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

15/3/12

Protestas / El misterio de Espartaco

Álvaro Cuadra                   

Especial para La Página 
Le debemos a Salustio, Apiano y Floro las referencias a Espartaco, el esclavo que puso en jaque a la república de Roma el 72 antes de nuestra era. El episodio es conocido hoy como la III Guerra Servil y más conocida en nuestra época en su versión hollywoodense en una de romanos protagonizada por Kirk Douglas.

Espartaco nos convoca, pues nos obliga a discurrir sobre las luchas emancipadoras a través de la historia humana. Es claro que Espartaco no fue ni el primero ni el último. Sin embargo, surge la cuestión acerca de ese primer hombre, el primer Espartaco que concibió la libertad como horizonte posible. Aquel anónimo y remoto primer Espartaco “imaginó” lo que no es, como negación de un mundo que se le apareció como injusto. La cuestión fundamental radica en ese paso sutil y radical, el acto poético de imaginar “dignidades” propias de lo humano. Este acto creativo es un misterio y es la simiente de todas las revoluciones, de todos los cambios posibles. En definitiva, por qué la esclavitud se torna indigna para este primer Espartaco, en un mundo de esclavos en que el sometimiento ha sido naturalizado por los poderosos, al punto de que una mente brillante como Aristóteles no reparó en ella.

Por qué te callas, Capriles Radonsky?

La oposición venezolana ha pasado de ciega, sorda y ahora… ¿muda?

Miguel Matos, S.J

Cuando digo “muda”, refiriéndome lógicamente a la vocería de la oposición venezolana, no me refiero a que “no hablen” sino a que no hablan “de lo que deben hablar.” Me decido a escribir esto porque soy venezolano, de casi 70 años y tengo derecho a saber a qué riesgo me estoy exponiendo en estas elecciones de Octubre del 2012.

Cada día recuerdo con más convencimiento las palabras de Luther King según las cuales, los males del mundo no son tanto el producto de las estrategias de los enemigos del bien, cuanto al efecto que  tiene el silencio, la ignorancia, el miedo y la pusilanimidad de los “buenos”.