“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

2/7/10

Licencia para conducir bicicletas

El día 11 de mayo de 1955, a mi padre José de la Paz Montilla González le fue expedida  por la Inspectoría General del Tránsito del Estado Lara, su licencia para conducir bicicletas, con lo que, a sus 45 años (aunque en el documento dice 44), pudo hacer realidad su viejo sueño de legalizar su situación como conductor de una vieja bicicleta inglesa marca "Raleight". En ese año, nuestra situación familiar era difícil, porque mientras mi padre ( a quien sus hijos llamábamos Alapaz) vivía por razones de trabajo en la población de Agua Blanca (Estado Portuguesa), mi madre se encontraba en El Tocuyo por igual motivo; y yo, el mayor de sus seis hijos, estudiaba en la Escuela Normal Experimental "Gervasio Rubio", en Rubio, Estado Táchira.

Durante años Alapaz guardó en su cartera este documento, y a su muerte, hace ya muchos años, la encontré en el baúl donde guardaba "sus cosas". Como ven, todavía conservo ese documento, y si en esta oportunidad me atrevo a mostrarlo, es para convencer a muchos incrédulos que se muestran escépticos cuando les comento sobre el mismo.

El documento se expedía en forma de "librito". Tenía varias páginas, algunas de las cuales muestro, y al final de las indicaciones, tenía espacio suficiente para que las autoridades de tránsito anotaran  las observaciones a que hubiera lugar o dejaran constancia de alguna amonestación.