“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

12/6/09

¡Qué almuerzo! Frijoles con paticas de cochino

Agradecemos la cooperación de nuestra amiga Isbelia Torres, especialista en la confección de este plato, quien lo preparó siguiendo los usos y costumbres de Yaguaraparo, pueblo pesquero del estado Sucre, en el oriente venezolano
“Si usted quiere que su muchacho hable más rápido, corra más rápido, batee más inteligente, déle frijol, compadre, pero frijol del bueno, frijol venezolano”  / Hugo Chávez
Omar Montilla 
Siguiendo el consejo, en mi casa pusieron manos a la obra para preparar el frijol, de acuerdo a la tradicional forma de prepararlo en Venezuela: Antes de cocer las semillas de frijol deben lavarse con agua corriente para eliminar tierra y hojas secas. Después hay que ponerlas a remojar, antes de cocinarlos, durante no menos 6 horas (mi tía Rosalía (Qepd) dejaba reposar los frijoles en agua toda la noche), ya que así se mejora la textura y se facilita la digestión. Por cada kilogramo que se prepare, puede agregarse una cucharadita de bicarbonato de sodio, a fin de que el calor no reblandezca excesivamente las semillas. La cocción puede realizarse en olla de presión (30 minutos después de que sale vapor a través de la válvula de la tapa) o en recipientes de peltre o barro (aproximadamente 4 horas), siempre con abundante cantidad de agua. Las paticas de cerdo, cochino, marrano o puerco (escoja usted) se ponen a cocinar aparte, y cuando estén listas, se le agregan a la olla donde estemos preparando los frijoles. Una vez concluido este proceso puede incluirse la sal (hacerlo antes puede endurecer al frijol) y el sofrito, preparado a base cebolla, pimentón, ají dulce, ajos, cilantro, onoto o achote y sal al gusto, tal como lo hizo la señora Isbelia Torres.

Siguen los atropellos contra el pueblo de Choroní

Esta es Playa Grande, una de las playas de Choroní


Omar Montilla

Ya uno no sabe qué hacer. Cuando no es una cosa es otra. Cada vez que algún “funcionario” del gobierno interviene en Choroní lo hace con la prepotencia que caracterizaban a los de la IV República. La situación de Playa Grande en Choroní la hemos denunciado en muchas oportunidades, oyendo siempre el clamor de los habitantes de ese pueblo. Ahora hago pública, tal como la recibí, la carta de Eloísa Fuenmayor, quien manifiesta su preocupación por lo que está pasando:

“Le escribo sumamente preocupada por lo que está pasando en estos momentos en Choroní. Yo salgo mañana de viaje para el sur de Bolívar en una salida de campo por 10 días, regreso el 23 de junio, de ahi que me sienta peor porque no se qué pueda suceder.
Mi mamá me llamó ayer en la noche sumamente preocupada y muy angustiada porque ayer funcionarios del Ministerio de Turismo, llamados Carlos Morocaima y Piter Arangola, presentaron ante un grupo de personas reunidas en el Terminal de Pasajeros de Choroní, una propuesta con "fines turísiticos" dentro de la Hacienda Playa Grande. En dicha propuesta se realizan construcciones tanto en la playa como en el resto de la hacienda, del tipo restaurantes (3 restaurantes repartidos a lo largo de toda la playa), caminerías, estacionamiento para 500 carros, zonas de carpas, baños, viviendas de dos pisos con comercios, comercios en la orilla de la carretera y en las montañas, canchas de tenis, depósitos de basura, depósitos para máquinas, contenedores, etc. En la propuesta no hay estadio sino comercios y dijeron que de hacer el estadio "no lo haremos con Miguel Acosta", quien es el arquitecto que lleva a cabo el Complejo Cultural y Deportivo.
Estamos muy conmovidos, asombrados y angustiados todos porque esta propuesta viola las leyes ambientales, la ley de zonas costeras, el derecho a cultivar una hacienda de cacao que data la época de la colonia y que además ha sido declarada Patrimonio Cultural de la Nación, por el Instituto de Patrimonio Cultural, por ser un bien de interés histórico, arquitectónico, paisajístico y arqueológico.
Siempre hemos tenido el apoyo del Ministerio del Ambiente para detener los innumerables atropellos que hemos sufrido en los 70 años que tenemos cultivando y protegiendo a la hacienda. Estamos sorprendidos porque los funcionarios dijeron que este proyecto está aprobado por el Ministerio del Ambiente. Mi mamá habló esta mañana con el Viceministro de Conservación Ambiental, Dr. Jesús Alexander Cegarra, y él le dijo que el lunes procedería con el caso, pues está sorprendido con lo que está pasando.
Creemos que se trata de una componenda en la que quieren urbanizar Playa Grande, hacer grandes negocios, ya que en esta reunión no estaba presente el pueblo de Choroní, ya que estamos en fiestas de Corpus Christi y las personas están en Chuao participando de los Diablos Danzantes.
En dicha reunión estaba presente el Alcalde Pedro Bastidas con quien mi mamá previamente tuvo una reunión con él, el domingo 7 de junio, y se mostró en total acuerdo con nuestra postura y filosofía: continuar preservando Playa Grande, cultivando el cacao y resembrando la bahía. El Alcalde también está preocupado por esta propuesta, porque además los funcionarios dijeron que comenzarían a trabajar de inmediato ya que sino el dinero disponible les sería retirado.
Pensamos que se trata de urbanizar con fines comerciales a una hacienda que data del siglo XVII. La única bahía de toda Venezuela que no ha sido construida, al parecer ese es nuestro único pecado: conservar las áreas naturales sin permitir que el concreto nos destruya.
Estamos tratando de conseguir una cita con el Ministro de Turismo, Pedro Morejón para mostrale nuestros planteamientos, nuestras posturas, nuestra manera de ver a Choroní y que de esta manera no se resuelven los problemas sino que acaban con un pueblo, con una playa y con una hacienda de cacao.
Como le digo, yo salgo mañana de viaje y me llevo este problema tan grave en la cabeza, no se qué pueda pasar en 10 días, con qué me encontraré a la vuelta. Me parece sumamente grave lo que está ocurriendo, porque una cosa son los rumores y otra es que lo hagan público.
Bueno, a ver qué podemos hacer para detener este desastre. Creo que hacerlo público, a los medios, ayudaría a presionar para detener este desastre. Saludos, Eloísa.