“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

4/7/07

"Mi vida está pendiente de una rosa, ella es hermosa aunque tenga espinas..."

Mompox, a las orillas del río Magdalena

Omar Montilla

La integración de los pueblos no se decreta, es un proceso largo que se fragua con un poco de historia, un poco de geografía, por una lengua común, por costumbres y por usos culturales, como la música, la poesía. Venezuela y Colombia, por más que no lo queramos, como dice el lugar común, están condenadas a vivir juntas y para siempre.

Todo ha venido a mi memoria, así, de repente, oyendo un viejo disco de acetato con canciones de la orquesta cubana Sonora Matancera, interpretadas por el cantante colombiano Nelson Pinedo, apodado pomposamente como “El Almirante del Ritmo”, quien está por cumplir 80 años de vida. Una de esas canciones se titula “Momposina”, de José Benito Barros, nacido en la ciudad de El Banco y quien acaba de fallecer en Santa Marta. Esta bella canción está dedicada a una mujer nativa de Mompox, cuyos atributos reseña el compositor en su canción. [*]

Mompox es una pequeña ciudad colombiana (30.000 habitantes, aprox.), situada en la margen izquierda del río Magdalena, frente a la isla fluvial de Quimbay, fundada el 3 de Mayo de 1540. El 6 de Agosto de 1810, Mompox, mientras otras ciudades vacilaban, proclamó su independencia absoluta de España y sus hazañas le valieron el título de “Ciudad Valerosa”. Por allí pasó Bolívar y reclutó soldados para la causa libertadora, cuando emprendió desde Cartagena su “Campaña Admirable”. Mompox es Monumento Nacional de Colombia y Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad. Como dato curioso, su arquitectura y su “aire” son típicamente andaluces, porque en Mompox habitaron originariamente familias que en su mayoría provenían de Sevilla, por lo que se entiende su especial devoción por las festividades de la Semana Santa.

En estas pinceladas trato de ilustrar algo de esa Colombia que nos es tan querida, tan cercana a nosotros. Colombia es una rosa para nosotros, con ella compartimos montañas, ríos, sabanas, joropos, gustos gastronómicos. Colombia es tan nuestra que nos une la bandera tricolor y un Libertador que nació aquí y murió allá. Con Colombia no necesitamos un tratado de libre comercio, porque existe desde hace siglos. En mi pueblo, Humocaro Alto, en El Tocuyo y en Sanare hay una especialidad gastronómica que desde tiempos inmemoriales se llama “pan de Tunja”. La virgen de Chiquinquirá es colombiana.

Esa es la rosa, pero las rosas tienen espinas y ambas son inseparables. Hoy Colombia vive una crisis tremenda que no puede ser ajena, porque la tenemos allí, al ladito nuestro. La guerrilla, los paramilitares, el narcotráfico y el Plan Colombia, tienen un denominador comun y es la injerencia del Imperio en los asuntos que nos son comunes, para lo que cuentan con la complicidad de las oligarquías. La guerrilla existe desde hace 50 años y la mecha que la inició fue el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán. Los paramilitares fueron armados para combatir al lado del Ejército a la guerrilla y el Plan Colombia fue diseñado por el Imperio para tragarse a Colombia, que tiene costas en dos océanos, con el pretexto de “combatir” a la guerrilla, al narcotráfico y a los paramilitares. Ninguno de esos propósitos son verdaderos. Bolívar, para asegurar la independencia de Venezuela logró primero la de la Nueva Granada, y los gringos saben que para tener a Venezuela, tienen que doblegar a Colombia: ¡No han podido y no podrán!

NOTA
[*] La letra de Momposina y otras de José Benito Barros, la pueden encontrar en la Biblioteca “Luis Ángel Arango”:
http://www.lablaa.org/blaavirtual/musica/blaaaudio/compo/barros/indice.html

Contacto con el autor:
Internet: http://lapaginademontilla.blogspot.com/
Correo: omar1montilla@gmail.com

El Brasil de Lula y Petrobras no es el mismo de Jorge Amado y Oscar Niemeyer

Para mi amigo Antonio Castejón, admirador de Sonia

Omar Montilla

Durante muchos, pero muchos años, que mejor es no contarlos, Brasil fue un país desconocido para los venezolanos. Durante ese tiempo de tinieblas, nuestros países, tan cerca y tan lejanos, sólo se miraban de espaldas. No creo exagerar que ese muro de silencios y de olvidos lo rompieron dos personajes: uno de ellos es Jorge Amado.

Jorge Amado es sin duda el más grande escritor brasileño de todos los tiempos, gran novelista, que mediante la palabra supo pintar la verdadera esencia de los brasileños originarios, los pobladores de Bahía, a los que tanto conoció porque vivió por 89 años palpitando en su corazón. Pero Jorge Amado no fue sólo un escritor elitesco, sino que estuvo íntimamente vinculado, mejor sería decir imbricado, con las luchas sociales del pueblo brasileño, desde la perspectiva política alentada por las fuerzas de izquierda del Brasil, a la misma estirpe que pertenece, para fortuna del mundo de las artes, de la cultura y de la esperanza, el gran artista-arquitecto que es Oscar Niemeyer [1], uno de los creadores de Brasilia, la actual capital del Brasil. La mayoría de las novelas de Jorge Amado transcurren en Salvador, capital del estado de Bahía que hasta 1763 fue la capital del Brasil, cuando fue trasladada a Río de Janeiro.

Jorge Amado se hizo famoso en Venezuela gracias a la televisión, con la transmisión de aquella inolvidable telenovela llamada “Tieta”, extraída de su notable obra “Tieta do Agreste” (1977), y con la adaptación para el cine de “Doña Flor y sus dos maridos” (1966). Jorge Amado contó con la mágica presencia de Sonia Braga para interpretar esos maravillosos personajes que salen del alma misma de ese verdadero Brasil.

El otro personaje es sin duda alguna Hugo Chávez Frías, quien derribando los invisibles e infranqueables muros que nos separaban, se acercó a Brasil, lo trajo a Venezuela y lo llevó sobre sus hombros por los pueblos de América. Pero el Brasil con el que está identificado nuestro Presidente, es con el que narra Jorge Amado, no con otro Brasil, pérfido y cruel, que está controlado por las trasnacionales explotadoras, que todavía mantienen a ese país en un régimen esclavista [2], que es la vergüenza de América.

Han transcurrido más de 16 años desde la constitución del Mercosur y en ese tiempo se han celebrado muchas reuniones, encuentros, asambleas, cumbres, etc. ¿No creen que ese lapso haya sido suficiente para limar las asimetrías que se presentan entre los socios fundadores? Esos socios fundadores cifraron las esperanzas de una vida mejor en un mercado realmente poco competitivo por las restricciones que desde un principio se impusieron. Todavía existe un acuerdo arancelario imperfecto. Las políticas sociales, culturales, educativas y el problema de los medios de comunicación no se han abordado con seriedad y están muy lejos de equilibrarse entre sí. En ese contexto construido para las élites, no quieren dejar que Chávez “meta sus narices”, porque lo que quieren es que todo quede tal cual como está, donde no cuentan los pueblos ni las organizaciones populares, que sólo pueden mirar desde lejos las discusiones entre los representantes de sus gobiernos. Lo que está planteado ahora, es decidir qué vamos a hacer con los recursos naturales, con la energía, con la distribución equitativa de las riquezas y con la participación popular efectiva de los pueblos.

El Mercosur de Lula, es el Mercosur de Petrobras y de las transnacionales. Nunca se había visto un contubernio mas escandaloso y criminal entre un gobierno y una empresa privada. Petrobras no es brasileña [3] sino que es una empresa extranjera en la que el estado brasileño tiene una participación minoritaria. Petrobras y otras empresas brasileñas pagan por el gas boliviano un precio que es tres veces inferior al del mercado internacional. El gas boliviano permite el esplendor del cinturón industrial de Sâo Paulo y buena parte de Brasil. De las entrañas del territorio boliviano surge la energía que mantiene un nivel de vida apreciable a los ricos del Brasil, mientras que el pueblo boliviano se hunde en la miseria. En Bolivia se presenta el curioso caso de los constantes saboteos de Petrobras para evitar que PDVSA tenga presencia en ese país, a título, no de explotador, sino de socio solidario.

La derecha brasileña está empeñada en un desarrollo industrial para Brasil que no es sustentable y que además está embarcando al país en una aventura al propiciar la producción masiva de agrocombustibles [4]. Aparte de desviar el uso de la agricultura, normalmente destinada para la alimentación humana, hacia la producción de agrocombustibles para uso vehicular, se daña seriamente la atmósfera por la quema de inmensos campos de caña de azúcar [5]. Ese macabro plan significará serios perjuicios económicos y sociales para el Brasil en detrimento de las mayorías, y en compensación un enriquecimiento, aun más desmedido de su voraz oligarquía, que puede permitir esta situación:
“Según el ex gobernador del estado de São Paulo, Claudio Lembo, con los agrocombustibles el monocultivo se extenderá a todo el país. […] Brasil "recorrió quinientos años para volver al mismo lugar" que tenía cuando era colonia portuguesa. En su opinión, las tierras dedicadas a la agricultura se perderán al usarse para caña de azúcar y se repetirá la historia de estos cuatro siglos, cuando "millares fueron expulsados de sus comunidades […] Mirando más de cerca las condiciones de trabajo de los cortadores de caña aparece un mundo terrible que debería hacer reflexionar a quienes están entusiasmados con la propuesta de sustituir los combustibles fósiles por los agrocombustibles. Según varios informes, alrededor de un millón de personas trabajan en la industria, de las cuales 500 mil están en el sector agrícola. Cerca del 80% de la recolección de caña es manual. A los trabajadores sólo se les paga si llegan al rendimiento exigido por los patrones, que se sitúa […] en unas 12 toneladas por día, el doble que en 1980. Si no llegan, no se les paga nada. […] Para alcanzar ese rendimiento deben trabajar unas 10 a 12 horas por día, pero a veces 14, mucha de ellas bajo un sol ardiente.[6].

Como lo ha dicho el presidente Chávez: “En un Mercosur que esté signado por el capitalismo, por la competencia feroz, no estamos interesados para nada en ingresar, así que de esa manera pudiéramos complacer a la derecha brasileña, a la derecha paraguaya [abogamos] por la integración basada en la hermandad, la cooperación, la solidaridad, que coloca por delante lo social, como estamos haciendo Cuba y Venezuela y ahora se suman Nicaragua y Bolivia".

Ese Brasil que nos está vendiendo Lula y su aliada Petrobras, no es el Brasil solidario, el de Jorge Amado y Oscar Niemeyer.

NOTAS

[1] “Chávez & Niemeyer, SRL”, en Aporrea (Venezuela)
http://www.aporrea.org/actualidad/a30144.html

[2] “Un equipo de inspectores brasileños liberó a 1.100 personas que trabajaban en condiciones infrahumanas en una plantación de caña de azúcar en el Amazonas […] Las condiciones degradantes son siempre las mismas: sin baño, sin lugar donde mantener la comida, sin abrigo," La […] Organización Internacional del Trabajo (OIT) dijo que fue el mayor descubrimiento de trabajo en condiciones análogas a la esclavitud hecho en Brasil, donde unos 160 sitios con ese tipo de condiciones laborales fueron descubiertos en los últimos años[…] en condiciones análogas a las de la esclavitud y dormían en alojamientos precarios y superpoblados […] habían sido reclutados seis meses atrás. […] Generalmente, trabajadores humildes pagan por ser transportados a las haciendas donde trabajan, en las que caen en una relación de servidumbre por deudas contraídas al comprar comida para su alimentación a altos precios.”
Reuters (Gran Bretaña)
http://lta.today.reuters.com/news/newsArticle.aspx?type=domesticNews&storyID=2007-07-02T220631Z_01_N02638473_RTRIDST_0_LATINOAMERICA-BRASIL-ESCLAVOS-SOL.XML

[3] “Lula, destapa tus cartas y deja ver tu juego”, en PiensaChile (Chile)
http://piensachile.com/content/view/2815/20/

[4] “Brasil busca consolidarse como una potencia mundial de etanol de caña de azúcar, con millonarias inversiones y una estrategia que apuesta a mercados de América, Asia y Europa. [Brasil] producirá en 2015 unos 36.900 millones de litros por año de este combustible alternativo que pretende disputar mercados globales con la gasolina. […] En el frente internacional Estados Unidos es el principal cliente del alcohol carburante brasileño, con 2.200 millones de litros en 2006, pese a las barreras aduaneras que Washington aplica para proteger su más costoso etanol de maíz. […] Brasil proyecta un enorme salto desde los 225 millones de litros exportados en 2005 a ese país, hasta 900 millones de litros en 2010 y 3.000 millones de litros en 2012. […] Para el ministerio, la revitalización del mercado interno y las perspectivas de aumento de las exportaciones de etanol 'apuntan a la consolidación de la agro energía, en particular de la caña de azúcar como el negocio agrícola de la próxima década'. […] Las inversiones previstas en combustible renovables en Brasil equivalen a unos 9.000 millones de dólares hasta 2010. La meta oficial es de una producción de 23.300 millones de litros de etanol para ese año, un aumento de 5.700 millones de litros respecto al volumen actual. […] Muchos de los nuevos proyectos ya están en marcha y han sido anunciadas por gigantes nacionales como Cosa, Petrobrás, Odebrecht y por varias trasnacionales y fondos extranjeros de inversión, como los del famoso financiero George Soros.”
Yang Limin, Agencia de Noticias Xinhua (China), reproducido por ArgenPress (Argentina)
http://www.argenpress.info/nota.asp?num=044503&Parte=

[5] "En el caso del etanol, el cultivo y procesamiento de la caña de azúcar contamina los suelos y las fuentes de agua potable, porque utiliza una gran cantidad de productos químicos […] produce un residuo que se llama vinaza. Por cada litro de etanol producido son generados de 10 a 13 litros de vinaza. Una parte de este residuo puede ser utilizado como fertilizante, pero la mayor parte contamina ríos y fuentes de aguas subterráneas. Si Brasil produce 17 mil ó 18 mil millones de litros de etanol por año, eso significa que por lo menos 170 mil millones de litros de vinaza se depositan en las regiones de los cañaverales.[…] destruye gran parte de los microorganismos del suelo, contamina el aire y causa muchas enfermedades respiratorias.[…] Brasil decreta casi todos los años en São Paulo -que representa el 60% de la producción de etanol en Brasil- una situación de emergencia porque las quemas han llevado la humedad del aire a niveles extremadamente bajos, entre 13 y 15%. Es imposible respirar en ese período en la región de Sao Paulo donde se cosecha la caña.”
Fidel Castro, citado por la Agencia Bolivariana de Noticias (ABN)
http://www.abn.info.ve/go_news5.php?articulo=91919&lee=18

[6] Raúl Zibechi: “La cara siniestra de los biocombustibles: Horror en la "California brasileña”, en PiensaChile (Chile)
http://piensachile.com/content/view/2826/8/

Contacto con el autor:
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Correo: omar1montilla@gmail.com